Francia propone sancionar a las modelos anoréxicas . 

Tristemente, cada vez hay más niñas entre 12 y 13 años que buscando seguir de ejemplo a las modelos que se les muestran en los medios de comunicación dejan de comer e incluso compiten por ello, sintiéndose orgullosas de su “fuerza de voluntad”. La anorexia (así como el resto de problemas de conducta alimentaria) no sólo afecta a las adolescentes, sino a mujeres adultas, y en menor medida a varones.

Por otro lado, nos encontramos ante personas que ante sus dificultades de la vida cotidiana se refugian en la comida con el fin de eliminar los sentimientos de tristeza y ansiedad que les invaden. De la misma forma que no comer nada puede resultar peligroso, lo mismo ocurre con comer de forma compulsiva, conducta que también pueden enmascarar problemas de frustración y ansiedad.

La comida puede convertirse bien en un placer, en un arte, por todo lo que conlleva, como en tu peor enemiga al caer en problemas psicológicos como los Trastornos de Conducta Alimentaria.

Para la intervención en este tipo de trastornos, los y las profesionales disponemos de los siguientes métodos con el fin de prevenir e intervenir en los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) que suelen afectar a los que los padecen así como a sus familiares:

  • Talleres en centros educativos para ayuda psicoeducativa sobre en qué consisten realmente los problemas de conducta alimentaria, cómo se originan y mantienen.
  • Realizamos una evaluación psicológica completa, mediante entrevistas y cuestionarios debidamente validados, aun así es importante tener en cuenta la asistencias al médico de atención primaria con el fin de realizar una exploración física y descartar posibles problemas fisiológicos. En la evaluación del estado psicológico del paciente buscamos también otros problemas que puedan coexistir con su trastorno de conducta alimentaria (tales como depresión o ansiedad, entre otros)
  • Terapia cognitivo conductual, la cual se ha demostrado como la más efectiva con este tipo de pacientes, además de trabajar con cambios en sus rutinas alimentarias, en la recuperación de sus relaciones sociales, el nivel de expresión de sentimientos, y prevención de recaídas.
  • Seguimiento del paciente con la familia tanto a la hora de llevar a cabo la intervención (saber cómo comportarse en casa ante éste problema) así como prevenir la posible recaída.
  • Cambios en las distorsiones cognitivas sobre la percepción de su imagen corporal y su peso.
  • Trabajar la autoestima y la autoimagen de sí mismos, lo cual es esencial para prevenir que el paciente vuelva a caer en problemas semejantes.
  • NOTA: En los casos más graves se derivará al paciente directamente a la unidad de psiquiatría para un posible ingreso hospitalario.

 

Pep Malagrava

pep malagrava

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